Sin lugar a dudas, el SEAT 600 ha sido el automóvil utilitario más mítico de España al simbolizar el inicio de la motorización y el desarrollo económico del país después de las penurias de la posguerra. Además de su uso habitual por motivos de trabajo o estudio, durante los meses de verano fue el coche más utilizado para ir de campo y playa y para efectuar sin prisas largos viajes con toda la familia a pesar de sus modestas dimensiones. Otros destacaron como series especiales para competiciones de rallyes, e incluso se usaron en autoescuelas para aprender a conducir.
Con este modelo despegó la era del automóvil, que dejó de ser un lujo al alcance de unos pocos y contribuyó a una fuerte e imparable indústria así como la consecuente construcción de numerosas carreteras y autopistas. Era necesario vender una ilusión que ofrecía sensación de libertad e independencia y la posibilidad de ver mundo, de aquí que el SEAT 600 fue un gran fenómeno social que conllevó a una escalada del consumismo